sábado, 26 de febrero de 2011

El Amor.

El Amor
The Love.
L’Amour.
L’Amore.
Die Liebe.
Любовь.
Se dice de diferentes maneras, en diferentes idiomas, pero todo se resume en una frase que dice mi madre “El que se enamora no lo nota, pero a los tres días está idiota”.
Hay que añadir: “No hay mal que cien años dure ni…”  y que “el tiempo lo cura todo”
Por suerte a “veces” no es una enfermedad incurable.
De cualquier forma ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? Como reza el titulo de una película española dirigida por Manuel Gómez Pereira.

Dice una tía política mía “Hacer el amor, es tan bueno, tan bueno, que hasta los bichitos más pequeñitos, les gusta”
Yo quiero aportar pruebas para demostrar esta última teoría y aquí van una cuantas pruebas.

Algunos muestran sus mejores galas para la ocasión.
Escarabajo de Pijama, (Graphosoma interruptum).

El amor es ciego. Y algunos encuentran belleza donde otros encontramos repulsión.
Escarabajo Peludo, (Tropinota squalida canariensis).

A los estrafalarios también les gusta.
Escarabajo Picudo. (Cyphocleonus Armitage).

Lo del Kamasutra ya lo habían inventado otros antes que los hindús.
Escarabajo (Meloe tuccius).

Extrañamente para algunos es el momento en que se mueven menos, el resto del tiempo se desplazan a toda velocidad sobre la superficie de las charcas, sin que de tiempo casi de verlos.
Mosco de agua. (Gerris ssp)




Hasta los acorazados encuntras la posición adecuada.
Cochinilla, (Armadillidium vulgare)


Por incordio que seas, seguro que hay alguien que te soporta.
Mosca, (Musca domestica)

jueves, 24 de febrero de 2011

Una de Bichos

Una abeja.

De niño solíamos meterla en una caja de fósforos y utilizarla como si fuera una maquinilla de afeitar eléctrica (por el zumbido que hacia el pobre bicho dentro de la caja) cuando el pobre bicho se cansaba de zumbar lo liberábamos e íbamos a por otra. 

Otra abeja, pero esta, con las alforjas llena de polen.


Aquí se reunieron unas cuantas en el cumpleaños de la Reina.

Un abejón de culo blanco.

De estos esplendidos voladores, tengo un recuerdo de la infancia, que visto desde la madurez, el amor y respeto que le tengo hoy a la naturaleza, me parece una verdadera salvajada, pero que en aquel tiempo con escasez de juguetes (y muchas más cosas), era toda una diversión.
El juguete consistía en coger un abejón, lo cual no era fácil, pues podías terminar con el aguijón clavado en la mano y dando saltos de “alegría”, alguna vez salté de “alegría”.
Como digo había que coger el abejón y atarle un hilo fino a una de las pata, tarea más que complicada (solíamos meterlo en una caja de fósforos y esperar que sacara una de la patas).
Luego lo llevábamos como si fuera un globo, solo que para que flotase tenia que bolar el pobre infortunado.
Cuando nos cansábamos de él o el infortunado ya no podía volar lo solíamos liberar, pero para ello, lo dejábamos “mutilado de guerra”.
Pido perdón a la naturaleza por semejante burrada.

Una avispa, animalito de culo inquieto y difícil de fotografiar.


Santa teresa, tratando de pasar desapercibida confundida con una rama.


Mosca (Chrysotoxum triarcuatum) un endemismo canario con un colorido muy vistoso.


Escarabajo algo estrafalario, como muchos de los insectos (Lixus ssp.) endemismo canario.


Escarabajo del Teide, (Pimelia ascendens) con un tamaño considerable (hasta 3 cm.) y si le pones el dedo delante de la boca intenta pillarlo (hablo por experiencia).



Escarabajo, (Scantius aegyptius) pequeño pero vistoso.


Mosca, algo narizotas.


Permítanme la licencia de recordar aquella poesía de Francisco de Quevedo (1580-1645)

           A una nariz

  Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

  Era un reloj de sol mal encarado,                  
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

  Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,                        
las doce Tribus de narices era.

  Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.





 Mosca (Terellia) permitanme un juego.
¿Adivina cual es el macho y cual la hembra?



Seguro que “eso” que le sale del abdomen de la mosca de la derecha te recuerda a aquello “otro” 
Pues te equivocas porque esa es la hembra y “eso” lo utiliza para poner los huebos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Chicharrones Canarios.

Para los canarios El “cochino” está presente en muchas de sus recetas: chicharrones, piñas con costillas, garbanzas con patas de cochino, puchero y escaldón de gofio, rancho y un largo etc.
El “cochino”  tiene infinitos nombres: cerdo, puerco, marrano, gorrino, tocino, verraco, lechón, chancho… pero lo que si es seguro, es que en todos los lugares se dice lo mismo. “del cochino se aprovecha todo menos el gruñido”, aunque yo no estoy seguro de que alguien no lo haya intentado.


Chicharrones Canarios.

Un contundente y suculento plato, no apto para dietas. Elevado índice de colesterol y de sal.
Pero como todo en esta vida, si lo tomamos con moderación y muy de cuando en cuando, no tenemos por que privarnos, de este sabrosísimo manjar, antaño de pobres y hoy un lujo, sobre todo por lo difícil que es encontrar unos buenos chicharrones caseros y no esa “cosa” (Cortezas) que venden como chicharrones y que no son sino un potingue industrial con cantidad de “E-no se que y E-no se cuanto” que ni se sabe que porras es y que recuerdan más a suela de zapato que a otra cosa. A mí, personalmente, me recuerda a una magnifica escena, de una película de Chaplin; en la que se cocina una bota y se la come como si se tratara de un suculento manjar.

Perdón si alguien se siente ofendido, por que le gustan dichas “cortezas” o por que las fabrica.

Como digo, un contundente y suculento plato, perfecto para acompañar con un trozo de pan, un vaso de buen vino, en compañía de los amig@s, y si además, hay guitarras y timples ni te cuento.
Los ingredientes y su elaboración son muy simples pero requieren mucho tiempo y dedicación. Por eso es tan difícil encontrarlos bien hechos.
Vamos con la receta que es lo que nos interesa.


Ingredientes:
Un buen trozo de tocino (piel, grasa y si tiene algún resto de carne es perfecto).
Manteca de cochino o aceite vegetal.
Sal.
Gofio (a mi personalmente me chiflan con gofio de millo pero es opcional).
Y una buena dosis de paciencia y dedicación.

Para los que no sepan lo que es el “Gofio”, decir: que es una harina de cereal previamente tostado y luego molido, puede ser de millo, trigo que son los más comunes pero también puede ser de cebada, garbanzos…

 Preparación:
Cortamos el tocino en trozos más o menos cuadrados de 3 ó 4 centímetros de lado, sin quitarle la grasa ni los trocitos de carne de hila que tenga.


Echamos en un caldero o sartén lo más hondo posible una buena cantidad de manteca o de aceite.
Ponemos los trozos de tocino. Procurar que el aceite o la manteca cubran al menos la mitad del tocino.

Cocinamos a fuego lento,  removiendo suavemente pero casi continuamente con una cuchara de madera. Así se irá fundiendo toda la grasa y el tocino se irá poniendo blandito y algo saltarín, incluso se pegarán unos con otros. Es importante no dejar que se quemen los del fondo, remover continuamente de abajo a arriba.

Poco a poco irá tomando color dorado y al tocarlo con la cuchara ya no notaremos el tocino blando, sino que se va poniendo duro y suena. Iremos viendo que cada vez tenemos más aceite.

Cuando estén dorados y comiencen a aparecer las manchitas blancas y las burbujitas características del chicharrón ha llegado el momento de subir el fuego a tope, ahora toca revolver continuamente.

Es conveniente quitarle un poco de aceite dejando sólo la necesaria para cubrirlos, de esta manera conseguimos más temperatura que es de lo que se trata en este momento.

Con el aceite bien caliente, veremos como la corteza de los chicharrones se infla en mil burbujitas de aire.

Cuando comiencen a flotar será señal de que ya están, no dejar que se doren mucho o se quemen porque amargaran.


Los iremos sacando con una espumadera procurando escurrirlos lo más posible.

Los colocaremos en un recipiente amplio que nos permita moverlos con facilidad.
La sal se la podemos incorporar ahora o al principio antes de colocarlos en el caldero para comenzar. Yo se la suelo incorporar ahora (sin pasarse con la sal).

Este es justo el momento, cuando aun están calientes, en el que yo, le añado unas cucharadas de gofio y los remuevo para que el gofio se distribuya bien por todos los chicharrones.

Listos los chicharrones.
Si en este momento tienes un trozo de pan y un vaso de vino, ¡híncales el diente!
Procura no quemarte los “besos”.
Con Gofio y Naturales






martes, 22 de febrero de 2011

Paseo por Barranco de Ruiz.

El sábado 19 dimos un nuevo paseo por el sendero de B. de Ruiz.
Está más esplendido si cabe tras las últimas lluvias, el agua canturrea por múltiples arroyuelos, lo cual hace que el paseo que de común es agradable, sea todo un disfrute para los sentidos.



Ya hay pequeños adelantos de la primavera, las crestas de gallo comienzan a desplegar su increíble belleza.
(Isoplexis canariensis)


Los taginastes blancos comienzan a espigarse y a mostrar las primeras flores, para deleite de los insectos.
(Echium giganteum)


Las jaras salvajes, con sus pequeñas flores blancas.
(Cistus monspeliensis)


Tres especies de Flor de Mayo, despliegan sus lindas flores. Y sus vistosas hojas.
El Mato Blanco con sus hojas blancas por el envés,
(Pericallis appendiculata)

Flor de mayo con vistosas hoja lanudas y de un intenso color lila por el envés.
(Pericallis cruentus)

La no menos vistosa.
(Pericallis tusilagines) 


Y como no, la esplendida Bicacarera con sus campanitas inconfundibles, símbolo de la biodiversidad Canaria, y cuyos frutos “los bicacaros” fueron alimento de los guanches.
(Canarina canariensis)


La Estrelladera también comienza a mostrar sus espigas con diminutas flores rosas.
(Gesnouinia arborea)


La Malfurada y el Granadillo también quieren competir por el favor de los insectos.
(Hipericum grandiflorum)

(Hipericum canariensis)


Al igual que la Sirdana Girdana.
(Teline canariensis)


Y el humilde tomillo de burro.
(Micromeria varia)


Y como no la diminuta aunque orgullosa Orquídea de Monte.
(Hebenaria tridactylites)


No por diminuta deja de ser bella la flor de los arroces o pelotillas.
(Monanthes laxiflora)


(Monanthes polyphylla)


El siempre vistoso Morgallón, con sus flores brillantes.
(Ranunculus cortusifolius)


La linda, elegante y curiosa tacorontilla.
(Dracunculus canariensis)


La no menos curiosa trepadora Gibalbera con sus flores y los frutos en el borde de las hojas
(Semele androgyna)


Los pasteles de risco a punto de espigarse y florecer, algunos ejemplares con un tamaño considerable.
(Aeonium canariense)


Las curiosas Chahorras, plantas de hoja lanudas, hasta tres especies podemos ver en este lugar.
(Sideritis canariensis)

(Sideritis cretica)

(Sideritis macrostachya)


Que decir de los helechos, hay cuatro especies que destacan a cual más curioso, la enorme Píjara.
(Woodwardia radicans)


La majestuosa Pteris incompleta.

La común cochinilla, con sus raíces colgando de cualquier grieta.
(Davallia canariensis)


Y la más que curiosa Tostonera con sus hojas acorazonadas, y bordes festonados.
(Adiantum reniforme)


Que decir de los árboles, la colección de laurisilva es casi completa, comenzando por el Madroño, del cual hay un ejemplar que está considerado el mayor de Canarias, y cuyos frutos son un manjar de reyes, probablemente a los que se hace referencia en al antigua mitologías como las manzanas de oro del jardín de las Hespérides. 
(Arbutus canariensis)


El raro y casi extinto Delfino con algún ejemplar con una talla considerable.
(Pleiomeris canariensis)


Unos pocos Adernos, iguales de escasos.
(Heberdenia excelsa, antes H. bahamensis)


El mítico Til “Garoé” árbol santo de los aborígenes Herreños. Con sus curiosos frutos en forma de bellota.
(Ocotea foetens)


El sobreexplotado Barbusano, debido a la calidad de su madera, utilizada antaño para muebles, barcos, etc. Con las curiosas agallas de sus hojas.
(Apollonia barbujana)


El común acebiño, con su dura madera, aprovechada desde antaño.
(Ilex canariensis)


Y el más escaso y curioso naranjo salvaje, con sus hojas con borde ondulado con espinas.
(Ilex platyphylla)


El Palo Blanco y el Follao, los únicos que tienen hojas opuestas.
(Picconia excelsa)


Follao, (Viburnum rigidum).

Los Viñátigos, como me dijo una ves un señor mayor con su sabiduría popular “es como un aguacate pero macho, si te das cuenta echa aguacates pero chiquititos” pertenece al mismo género, (los machos de todas las especies no damos fruto, somos algo zánganos).
Una curiosidad contada en una entrevista por el biólogo y “maestro” Don Arnoldo Santos Guerra, “Los ratones se suben a los viñátigos a comerse los brotes tiernos y se cogen unas borracheras tremendas y terminan cayéndose, dándose unos talegazos de cuidado, pero continúan subiéndose, están enviciados”.
(Persea indica)


Las útiles Fayas, buena madera y cuyos frutos “las creses”  sirvieron de alimento a los guanches,  se comían sus frutos maduros y después de secos los molían y elaboraban “Gofio”.
(Morella faya antes Myrica faya)


El abundante y a veces agresivo brezo, con algunos ejemplares bien altos, (hay que estirar el cuello para llegar a la luz entre tanto gigante).
(Erica arborea)


El curioso peralillo, con sus frutos en forma de diminutas peras.
(Maytenus canariensis)


Y porsupuesto el omnipresente laurel, con algunos ejemplares más que singulares, comparar la altura con la persona que está a su pie.
(Laurus novocanariensis, antes L. azorica)

En resumen, magnifico reducto de la laurisilva entre tierras de cultivo que se ha salvado de su destrucción en parte por lo escarpado y abrupto del terreno y por el que merece la pena darse un paseo y disfrutar de su belleza y de un bocadillo de “chorizo de perro” sentado en cualquier piedra del sendero.


Para llegar:
Dirigirse a Icod el Alto en los Realejos, Tenerife.
Al llegar a la iglesia de La Virgen del Buen Viaje, desviarse en dirección al Centro de Salud, al llegar al final de la carretera hay un cruce, a la izquierda la carretera que sube, enlaza con al general Los Realejos La Guancha de la que nos hemos desviado, de frente hay una pista de tierra y a la derecha una carretera que baja, es por esta de la derecha, por la que tenemos que desviarnos, un trozo más abajo encontramos a la izquierda un desvío empedrado con un cartel que indica el sendero (no fiarse de que esté el cartel siempre puede haber pasado algún descerebrado antes que nosotros y haberlo tirado) pero hay un pino algo chaparro a la izquierda (no es un pino canario fijarse en las hojas son gruesas y agrupadas de dos en dos a diferencia del pino canario que están agrupadas de tres en tres).
Si sigues el sendero te aseguro que no te sentirás defraudado y disfrutaras de un rincón casi paradisiaco.